Si algo hemos aprendido en los recorridos que hemos hecho de casinos históricos, es que hay muchas joyas repartidas a lo largo del mundo y, por supuesto, en México. En el norte del país es muy común encontrar joyitas que actualmente son algo muy distinto a su función original de casino físico, pero que no dejan de ser inmuebles que forman parte de la historia.
Un caso claro lo tenemos en Torreón, ya que parte del Museo Arocena tiene sus orígenes en el antiguo edificio del Casino de La Laguna, como se le conoce a esta popular región de México. Aquí averiguaremos un poco sobre la historia de este recinto que hoy es un complejo cultural.
Este caso nos puede recordar a lo que se vivió en el Bellevue, donde se llegó a exhibir arte mexicano en Francia, con la particularidad y orgullo de que aquí hay colecciones permanentes de arte que tanto los laguneros como el resto de los mexicanos pueden conocer y, dicho sea de paso, pasearse a través de lo que alguna vez fue un casino muy popular.
Historia
El antiguo Casino de La Laguna fue construido en 1910 bajo las órdenes de Louis Channel, arquitecto francés que le dio tres niveles a la edificación. En el centro de su fachada se lee la inscripción “1910 Casino de La Laguna” para evidenciar su vigencia.
Justo en esta parte del edificio se encuentra un enorme balcón con un tímpano de remate. Sus balcones laterales tienen balaustradas de estilo francés, en tanto sus ménsulas fueron decoradas con un estilo Art Nouveau, con pilastras jónicas y molduras de tipo clásico. Su fachada mantiene la forma original y el Casino de La Laguna está rematado con balaustradas y jarrones.
Este casino surgió como una necesidad en la ciudad, ya que las actividades sociales se dispararon desde antes de los años 1900, si bien en Torreón ya había una casa de ladrillo de dos pisos con pórtico para una asociación que llamaba informalmente “casino” al lugar (1898).
El Casino de La Laguna se convirtió en ese complejo para eventos sociales, recepciones de los presidentes del país y un centro de entretenimiento con los juegos de cartas como poker y blackjack, sin olvidarnos de otros clásicos como las ruletas y los dados.
Transformación al museo
Ubicado frente a la plaza de armas, el antiguo edificio del Casino de La Laguna se sometió a una restauración y se le rehabilitó como la sede del Museo Arocena, con lo que se inauguró el 27 de agosto de 2006, luego de tres años de trabajo y remodelación en el complejo.
Se aprovecharon los 5 mil metros cuadrados en los tres niveles y la planta baja. Ahora no hay juegos de casino o un salón de bailes, pero sí salas con enfoque en el arte europeo, el arte virreinal, la historia de México y la historia de la región.
De acuerdo con su sitio web oficial, se buscaba darles a los turistas una imagen mejorada y moderna de la ciudad a través de sus museos; se perfiló como un foro orgulloso que inspeccionó con detalle las obras artísticas de gran valor universal, así como la historia de La Laguna.
“La misión es conservar, investigar, difundir y exhibir, primordialmente, el acervo de la fundación”, aseguran desde el portal del actual Museo Arocena.
Se trató tan solo de la primera etapa del proyecto de la Fundación E. Arocena, la cual se complementó en 2010 y 2012 con posteriores ampliaciones en la Casa Histórica y en el Anexo Edificio Russek para enaltecer la cultura y el arte en Torreón.
La familia Arocena
Rafael de Arocena y Arbide fue un inmigrante vasco que nació en 1847 y llegó a la Comarca Lagunera como agricultor y empresario. Logró una trascendencia social gracias al éxito económico que logró por medio del cultivo de algodón, que logró dimensiones considerables de tal magnitud, que en 1910 podía modificar el precio de la fibra de algodón cotizado en la Bolsa de Nueva York, de acuerdo con sus maniobras desde la Hacienda de Santa Teresa.
Este empresario introdujo una semilla de origen estadunidense en La Laguna y logró con ello que la actividad fuera fructífera y se fortaleciera le economía en Torreón.
Su hija Zenaida Arocena, quien nació en 1878, comenzó con la tradición familiar de adquirir obras de arte en México y Europa, una actividad que continuaron Elvira Arocena y el actual presidente de la Fundación: Eneko Belasteguigoitia Arocena, quien por medio de la Fundación E. Arocena se hizo a cargo de conseguir más de 2 mil piezas de arte para la colección que hoy se encuentra en el Museo Arocena, que alguna vez fue un casino muy popular en Torreón.
