Boxeo y casinos. Un binomio perfecto que desde tiempos inmemoriales lleva conviviendo en México para hacer disfrutar a los espectadores de uno de los deportes que más tradición tiene en territorio tricolor. Ambos han estado estrechamente ligados a lo largo de la historia , aunque fue gracias, sobre todo, a la influencia de Estados Unidos que los deportistas empezaron a presentarse en las salas de juego ya celebrar eventos en ellas para un público reducido y en directo.
Nueva York fue la ciudad que tuvo esta disciplina como principal reclamo en sus salas a mediados del siglo XX. Poco a poco otras ciudades le fueron ganando el terreno de forma que esta quedó solo como lugar de celebración para los grandes eventos de boxeo del año. A día de hoy, todavía quedan restos de aquello con veladas en el Casino de Verona o en el Casino de New York City, donde se celebran regularmente las International Fight Night.
Estados Unidos cogió el relevo gracias a Las Vegas y Atlantic City . Fue sobre todo la ciudad del pecado la que le arrebató el mercado pugilístico gracias a los duelos organizados entre los cuatro fantásticos. Los años 80 vieron como Roberto Durán, Thomas Hearns, Marvin Hagler y Ray Leonard se citaban en las salas privadas del Caesars Palace y daban puro espectáculo. Aunque la década de los 90 tenía un protagonista destacado preparado para pelear: Julio César Chávez.
El mexicano fue declarado en varias oportunidades como el mejor boxeador del mundo y quedó para el recuerdo como los mejores del territorio nacional. Su pelea con Meldrick Taylor por el título de peso ligero cambió el desarrollo de este deporte y trajo mucha cola por su polémico final. Un final en el que Chávez fue declarado ganador a falta de pocos segundos para el término del último asalto. El juez determinó que Taylor no estaba en condiciones de seguir tras recibir un derechazo y paró el combate. El estado de Nevada quedó en shock .
A partir de ese momento, México tomó un gran impulso en el boxeo y los casinos empezaron a tomar el modelo americano como una oportunidad de negocio muy importante. El Casino Royal Yak Hipódromo de Las Américas se convirtió en la cuna de los mejores asaltos del país . El casino mexicano más grande en cuanto a tamaño tenía unas instalaciones idóneas, no solo para la práctica deportiva, sino también para acoger a un número de espectadores muy grande.
Allí empezaron a dar sus primeros pasos otros luchadores como Óscar de la Hoya . El campeón en 6 divisiones distintas se ayudó de este casino para poder dar el gran salto a eventos de más peso en el MGM Grand Hotel & Casino, donde defendió sus coronas en múltiples ocasiones. Hacia ese sector ha ido derivando el boxeo en salas de juego en los últimos años, a celebrar eventos en grandes resorts a los que sirven de excelente publicidad.
En México se utiliza el Arena Coliseo para celebrar peleas de boxeo y lucha libre profesional. Allí, hombres como Raúl Macías, José Medel o Vicente Saldívar dejaron su marca para siempre, incluso el propio Chávez compitió allí cuando era un mero aficionado. El recinto ayudó a que la televisión pudiera llegar a retransmitir los combates y que todo el pueblo mexicano pudiera presenciar desde sus casas las series de boxeo. Televisa tiene los derechos para hacerlo y ha convertido los ‘Sábados de Box’ en todo un clásico.
Progresivamente, los casinos en México fueron perdiendo su relación con el boxeo en favor del Coliseo y de los resorts estadounidenses . Los casinos online son los que han ganado peso con las nuevas tecnologías, aunque las presentaciones previas sí que se mantienen en las salas físicas al ser más prácticas realizadas en un casino. En estos eventos acude la prensa y los púgiles tienen que responder a las preguntas pertinentes. No es necesario utilizar un recinto tan amplio para ello y por eso son las salas de los casinos las que se encargan de albergar estas funciones.
Incluso los entrenamientos de los boxeadores son llevados a las 16 cuerdas en las salas de juego. En 2016, el Royal Yak acogió la preparación previa al combate entre Mariana Juárez y Tamao Ozawa por el cetro internacional supermosca del Consejo Mundial de Boxeo. El recibimiento fue muy bueno por parte de Ciudad de México, que abarrotó los huecos disponibles del casino para ver cómo se desenvolvía la deportista local y la nipona. La victoria se quedó en casa por lo que poco más se pudo pedir.
Esos son los derroteros que están cogiendo boxeo y casinos en los últimos tiempos. En la retina de los más clásicos de esta disciplina deportiva quedarán peleas como la de Jorge Fernando Castro contra John David Jackson en 1994 en Monterrey, galardonada como una de las más importantes de la historia. Los casinos de México se resisten a que se pierda la unión con un compañero que les ha dado tanto.
Luchadores tan populares en la actualidad como Andy Ruiz ayudan a que la llama siga viva con peleas en su lugar de origen en sus primeros años, sin dar el paso directamente a Estados Unidos. Tijuana y Mexicali y sus casinos así lo disfrutan con una conexión completa con el jovencísimo boxeador.