La Revolución Mexicana fue un conflicto armado que comenzó en 1910, año en el que estallaron diversas crisis de la vida en el país, mismas que demostraban un descontento creciente en diversos sectores de la población hacia el gobierno de Porfirio Díaz.
Dicho presidente se mantuvo en el poder desde 1876 y hasta 1911, periodo en el que México tuvo un notable crecimiento en lo económico y político, incluso, fue durante el mandato de Porfirio Díaz que los casinos en México comenzaron su auge, sin embargo, las clases sociales menos favorecidas no encontraban las mismas oportunidades.
Un sinfín de personajes son recordados en este momento de la historia, algunos de los más populares son Francisco I. Madero, Francisco Villa o Emiliano Zapata, sin embargo, existen una gran cantidad de hombres y mujeres que lucharon palmo a palmo en la búsqueda de una reconstrucción social, es por ello que, en el 2010, en el marco del centenario de la Revolución Mexicana fue presentado el juego de lotería “Heroínas y Caudillos”.
Este juego de azar fue presentado por el gobierno del estado de Hidalgo, a través de la Secretaría de Educación Pública, un trabajo inédito que se focaliza en tener un encuentro divertido con los personajes de la Revolución, a través de esta actividad lúdica se busca darles nombre y rostro a tantos héroes.
“Tenemos desde ideólogas, periodistas, hasta las mismas soldaderas, las adelitas o activistas; también personajes locales nacidos en el estado de Hidalgo, como Francisco de P. Mariel, Felipe Ángeles, Nicolás Flores, entre otros”, expresó el encargado del proyecto durante la presentación realizada hace poco más de 10 años.
El investigador y coordinador editorial fue el licenciado José Vergara, quien expresó que su propósito al realizar este juego fue poner al alcance de los estudiantes de todos los niveles educativos para ayudarlos en su proceso de aprendizaje de la historia de México, siendo una actividad lúdica un buen refuerzo para sus conocimientos.
De acuerdo con el encargado de llevar a cabo este juego, el fundamento pedagógico de la lotería que presentó es la “educación integral por competencias”, esto implica el trabajo con los alumnos no solamente en actividades académicas, sino también con algunas estrategias involucradas con el arte y la cultura.
El juego fue un trabajo realizado con la ayuda del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de hecho, José Vergara tuvo acceso al importante acervo fotográfico de la Fototeca Nacional para lograr las ilustraciones de la lotería.
La idea original de este juego fue de Heladio Vera Trejo, quien hizo una investigación iconográfica con la finalidad de identificar a los principales personajes de la Revolución Mexicana, dando un lugar especial a los hidalguenses que desempeñaron un papel importante en aquel momento histórico.
La presencia de casinos en el Porfiriato
Como se mencionó anteriormente, muchos de los casinos comenzaron a tener su momento de mayor auge durante el gobierno de Porfirio Díaz, uno de ellos es el Casino Alemán de la Ciudad de México, un inmueble que hace muchos años vio su esplendor.
Este casino vivió una gran época durante el Porfiriato, esto como reflejo del crecimiento que los alemanes de la época tuvieron producto de la inversión extranjera y su considerable crecimiento.
La población alemana aumentó debido a las concesiones que se dieron a empresas como Siemens y Halske para dar servicio eléctrico a la capital.
Además de los clásicos juegos de cartas, los jugadores alemanes podían disfrutar de un trago en la cantina, de una sala con billares, una biblioteca que poseía cerca de 6 mil libros, su salón de baile, un teatro, la sala de juntas y su recepción.
Para el año de 1907, Díaz decretó que los juegos de azar serían negocios del sector turístico y la industria de los casinos comenzó a tener mayor empuje.
Todavía en el mandato de Porfirio Díaz surgió el casino de Ixtapaluca, municipio ubicado en el estado de México y que forma parte del área metropolitana del Valle de México, en este inmueble se ubica actualmente el hospital de especialidades de la localidad.
Este casino era parte del Hospital de Leprosos, un inmueble que contaba con tienda, zapaterías y caballeriza, incluso se llegaron a ofrecer bailes en ese lugar.