Cuando uno visita la Ciudad de México y decide conocer el Paseo de la Reforma, es casi un hecho que el Edificio el Moro le llamará la atención. Sus 107 metros de altura, 29 plantas y estilo Art Decó le llamarán la atención y harán que quiera conocer más sobre esa edificación.
La construcción, ubicada en Paseo de la Reforma número 1, en la colonia Tabacalera, es considerada como uno de los primeros rascacielos en la Ciudad de México, al estar presente en la urbe desde el 28 de noviembre de 1946, por lo que formó parte de ese importante auge de casinos en el siglo XX, la llamada época dorada.
Y no solo es un imponente edificio, también es sede de la Lotería Nacional, por lo que es normal que aquí se realicen algunos de los sorteos más emocionantes que hay en el país y, por supuesto, aquí se encuentran las oficinas encargadas de regular la actividad de sorteos, loterías y casinos en México.
Goza de una de las mejores ubicaciones de la capital, ya que si caminas llegarás en cuestión de minutos al Monumento a la Revolución Mexicana, al Frontón México, a la Torre del Caballito, la Torre Prisma, el Hotel Sheraton del Centro Histórico, la Torre Latinoamericana y la Torre Nueva de Tlatelolco. Aquí veremos más sobre esta fascinante edificación.
Historia
El Edificio El Moro tiene un área de 22,000 m², en un predio de más de 2,000 m², siendo ocupada por la Lotería Nacional tras haber tenido diferentes sedes, como una antigua casona en la calle de Capuchinas (actualmente Venustiano Carranza), en el Centro Histórico.
Pero la necesidad obligó la mudanza, ante la necesidad de un espacio para realizar la lotería, el expendio de billetes y demás servicios. Pasó de Capuchinas a la calle de Vergara, al patio de la Escuela de Medicina y a las calles de Donceles, Justo Sierra y en los bajos del Hospital de San Andrés, esta última la actual ubicación del Munal.
No fue sino hasta 1933 que se comenzó con la construcción de un edificio único para la Lotería Nacional, con lo que se adquirió la comandancia de policía que estaba junto a la casa de Mier y Terán, la casona de la época del Porfiriato que se ubicaba en Paseo de la Reforma número 1 y tres predios ubicados en la parte trasera. Fue aquí donde comenzaron las construcciones de El Moro.
El proyecto contemplaba un edificio de cinco pisos, dos de los cuales estarían en sótano, además de asemejar a la tienda de un moro, es decir, una tienda morisca. El proyecto se fue modificando y cambió a un edificio de 20 pisos y dos sótanos, tras ser aprobado por Lázaro Cárdenas, en ese entonces presidente de México.
La cimentación comenzó en 1934, pero en las primeras excavaciones se descubrió que el exceso de agua en el subsuelo provocaba una expansión de los estratos de suelo ubicados bajo el fondo de la excavación, por lo que el ingeniero José Antonio “El Loco” Cuevas (1894-1942) proyectó el inicio de un nuevo sistema de cimentación, el llamado cajón compensado.
Fue a través de este sistema de flotación elástica que se realizó un nuevo proyecto con piso subterráneo, entrepiso, planta baja y 17 pisos en la parte superior, aunque eso derivó en que la construcción comenzara hasta finales de los años 30.
Para 1942, se montaron las estructuras de madera y hierro para la cimbra de la bóveda en el Salón Principal, además de que se adquirieron los elevadores y se le dio el respectivo acondicionamiento al Salón de Sorteos.
Se superaron diferentes retos como el conocido suelo fangoso de la capital, además de la necesidad de hacerlo resistente a los conocidos sismos que afectan la zona. Para esto, se incluyó una cimentación de 180 pilas de base de concreto y acero, con la que se penetró a 55 metros de profundidad, lo que le dio estabilidad y firmeza.
Apertura y remodelaciones
Para finales de 1945 terminaron las obras y El Moro se inauguró el 28 de noviembre de 1946, con lo que fue el edificio más alto y moderno de la Ciudad de México y del Paseo de la Reforma en ese entonces.
Diez años después, El Moro tuvo una remodelación cuando Televisión de México (XHTV-TV canal 4) llegó a las instalaciones. Para 1978, El Moro tuvo otra remodelación, con lo que parte de su fachada original cambió. Además, se agregaron dos estelas de bronce en la entrada, creadas por el escultor Federico Cantú, quien se inspiró en la diosa de la fortuna para embellecer el acceso al edificio.
La última vez que se remodeló El Moro fue en 2010, con la que se recuperó ese estilo art decó y se conmemoraron los festejos de Bicentenario de la Independencia de México. Nadie duda de que la lotería es una actividad muy popular en México, que se expande cada vez más y que incluso tiene su lado turístico con edificios como este.